Historia

«Rosario merece la creación de un centro de estudios jurídicos, donde se les enseñe a los alumnos el concepto de justicia para defender la libertad».

El 27 de junio de 1959, la Asamblea Universitaria de la Universidad Nacional del Litoral aprobó la creación de la Escuela de Derecho dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas, Comerciales y Políticas, con asiento en Rosario.

Del grupo humano que se empeñó en esta tarea, nos acompañan hoy algunos que representan a todos esos pioneros que imaginaron la posibilidad de crear una carrera de Derecho en Rosario. Estos hombres desarrollaron una tarea que no fue sencilla. Tampoco el primer intento de crear un instituto de enseñanza jurídica. Pero, una enorme voluntad y el apoyo de todas las fuerzas vivas de Rosario, en especial los Colegios de Abogados y de Escribanos, la Bolsa de Comercio, la Federación Gremial del Comercio y de la Industria, la Sociedad Rural, el Rotary Club, el Club de Leones, la Liga Naval Argentina, la Asociación Vecinal Alberdi, otros Colegios Profesionales, los Decanos de las Facultades con asiento en Rosario, lograron la creación de otra carrera de Derecho en el seno de una misma Universidad, hecho éste por demás excepcional para aquellas épocas y aún para la vida universitaria de hoy. Así, la Universidad Nacional del Litoral tuvo, simultáneamente, dos carreras de Abogacía.

Los antecedentes de la creación podemos rastrearlos en dos trabajos abordados con distinta mirada, uno de una investigadora y otro de un actor de los hechos.

Los estudiantes que, desde Rosario, viajaban a Santa Fe para cursar abogacía fueron un grupo promotor que comenzó a actuar organizadamente a partir de 1956. El Centro de Estudiantes de Derecho realizó innumerables gestiones para lograr participar de los cursos regulares que se implementaron en Santa Fe a partir de la intervención. La falta de respuestas supuso un plan de lucha al que se sumaron otros grupos estudiantiles (La Liga de Estudiantes Humanistas y el Movimiento Estudiantil Pro Escuela de Derecho, como dice Fierro en su trabajo).

Primero se implementaron cursos libres (1958/9) que funcionaron en el Colegio de Escribanos. De ellos participaron profesores muy destacados: Angel Chávarri, Roberto H. Brebbia, Alberto Arrué Gowland, Jorge Tellería; Eugenio Malaponte, Ricardo Arribillaga, Juan Carlos Gardella, Oscar Borgonovo, Raúl Sala, Roque Sanguineti y Luis Laporte.

Además de los cursos, se constituyeron tribunales examinadores en las asignaturas que también correspondían a la currícula de Ciencias Económicas. Así sumamos otros nombres docentes como los de Adolfo Rouzaut, Federico Ortíz de Guinea, Rinaldo Lucchini, Camilo Muniagurria, entre otros.

Esta actividad hizo imposible impedir la creación de nuestra casa. Con este germen, los cursos y algunos exámenes, no había marcha atrás. De modo que, cuando la Universidad del Litoral decide suspender estas actividades era tarde puesto que nadie dudaba ya de la necesidad de establecer una Facultad de Derecho en Rosario. Encabezando este momento está Manuel de Juano a quien acompañó siempre el Decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Comerciales y Políticas, Dr. Roberto Pérez.

La asamblea del 27 de junio de 1959 aprobó la creación de la carrera y la Facultad de Económicas designó a Manuel de Juano, Alberto Arrué Gowland, Adolfo Rouzaut, por el claustro docente; Manuel D. Ilundain por el de graduados y a Guillermo Fierro en representación del claustro estudiantil para que se encarguen de la organización y el plan de estudios de la carrera.

Estos nombres aparecen permanentemente en cuanta actividad se realizó para concretar esta utopía y estos nombres son los que corresponden a los que integraron la Primera Comisión Asesora de la Escuela de Derecho, según resolución del entonces decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Dr. Samuel Grobán.

En 1960 se comenzaron a dictar los dos primeros años de la carrera, con numerosos inscriptos. También en ese año se constituyeron por vez primera las mesas examinadoras. El primero fue el 15 de julio en que se reunió el tribunal de Introducción al Derecho, integrado por los Dres. Werner Godschmidt, Juan Carlos Gardella y Roberto Horacio Brebbia. Las clases se dictaron desde marzo de 1960. En 1962 comenzaron a desarrollarse el Ciclo de Enseñanza Práctica y el Seminario.

Estos docentes, al igual que algunos no docentes, cumplieron sus funciones ad honorem, integrando esos planteles incorporándose al esfuerzo de dar vida a esta incipiente institución.

En 1961 se agregaron 3° y 4° año y en 1962 los dos restantes, completando así los seis años en que estaba planeada la carrera.

Según resolución nº 237 de fecha 28 de mayo de 1962, se convoca al claustro de profesores para tratar las razones que aconsejan la transformación de la Escuela en Facultad y la designación de una Comisión encargada de encauzar la acción que demanda la transformación, también para diseñar el plan a seguir para obtener la transformación.

Los diarios «La Capital» y «La Tribuna» publicaron, en junio de 1962 la noticia de la reunión de los docentes. La misma se cumplió el 9 de junio en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Económicas. Para ese entonces la Escuela contaba con 1.740 estudiantes. A propuesta del profesor Isidoro Silberstein se designaron 5 docentes y se decidió que los otros claustros nominaran sus propios representantes. Quedó así conformada la comisión con los Profesores Roberto H. Brebbia, Carlos Aletta de Sylvas, Oscar Borgonovo, Angel F. Girardi y José J. Lueso. Por el claustro de Graduados, el Colegio de Abogados designó a los Dres. Juan J. Trillas, Isidoro Silberstein y Emilio Almansi y, las agrupaciones estudiantiles designaron a los estudiantes Alberto Raúl Alexander, Norberto Leguizamón, Horacio Duilio Zamboni, Angel Francisco Salvatierra, Néstor Pedro Sagüés y Carlos Ferraro.

El 21 de julio del mismo año, la Comisión había realizado gran actividad, de la que da cuenta el acta de la reunión celebrada en esa fecha. Se había intentado la convocatoria a una asamblea extraordinaria de la U.N.L., pero, en la reunión del Consejo Superior en que debía tratarse y a solicitud del Decano de la Fac. de Cs. Económicas, Dr. Samuel Gorbán, no se aprobó el pedido, por lo que se resolvió hacer un petitorio con las firmas que exigían los estatutos de los miembros de la Asamblea Universitaria. Se lograron 52 firmas. Al pedido, adhirieron, como era habitual en esta ciudad sin fundadores y fruto de su propio esfuerzo, las entidades representativas, los diarios, los centros culturales y científicos, los colegios profesionales y la ciudadanía sin distinción alguna.

Se decidió publicar un folleto explicativo sobre el funcionamiento de la Escuela y el por qué de la necesidad de convertirla en Facultad.

La transformación no pudo hacerse entonces pero, el 15 de febrero de 1967, mediante resolución Nº 75 del Secretario de Cultura y Educación de la Nación, Dr. Carlos María Gelly y Obes, se transforma la Escuela en Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Litoral, con sede en Rosario.

La Universidad Nacional de Rosario se creó por ley 17.987 del 29 de noviembre de 1968. La fecha de constitución oficial es la del 16 de diciembre del mismo año.

Se constituye con las 7 Facultades, 2 Escuelas y 1 Instituto que dependían de la UNL, con sede en Rosario. Las Facultades eran: Ciencias Médicas; de Ciencias, Ingeniería y Arquitectura; de Ciencias Económicas; Filosofía; Odontología, Ciencias Agrarias y la nuestra de Derecho. Las Escuelas que existían al momento de la creación de la UNR son la Superior de Comercio y el Politécnico y el Instituto Superior de Música. Es la nuestra, cronológicamente, la décima Universidad Nacional.

Con la creación de la Universidad Nacional de Rosario, se incorpora a la Facultad la Escuela de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, que hasta esa fecha dependía de la Facultad de Ciencias Económicas. El 15 de marzo de 1969, al aprobarse el Estatuto de la Universidad Nacional de Rosario, mediante decreto nº 1528 del Poder Ejecutivo Nacional, pasó a denominarse Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. Estas carreras continuaron junto a nosotros hasta la creación de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales en 1974 y desde entonces nos designamos como Facultad de Derecho.

En 1966, las autoridades de la Escuela dirigieron al Rector de la U.N.L. una extensa nota de la que me he permitido extraer el párrafo que dice: «Esta escuela fue producto de una ilusión: crear en esta Ciudad un centro de cultura y de investigación dedicado a la disciplina jurídica.» Y así es, nuestra Facultad es el resultado del esfuerzo enorme y sostenido de un grupo de hombres en pos de una ilusión.

Esta resumen histórico no hace mas que demostrar que cada institución es el grupo humano que la integra, su tesón, su dedicación, su voluntad de hacer. Hoy nos hemos detenido para recapitular sobre lo pasado y poder decirlo a los que vienen. También sobre lo que tenemos previsto para el futuro, puesto que las ilusiones no se terminaron con los fundadores, nosotros también las tenemos, y estamos comprometidos con la herencia recibida y con la necesidad de comportarnos a la altura de aquellos que nos precedieron.

Nuestra casa, que comenzó formando abogados ha crecido, en número de estudiantes, docentes, no docentes y en la cantidad de graduados. Continuamos dictando la carrera de Abogacía y hemos incorporado, como carrera de postítulo, la de Escribanía. Pero además desarrolla una importante labor de investigación en los institutos que en ella funcionan y ha creado carreras de posgrado, maestrías y el tan ansiado Doctorado en Derecho. La Escuela de Graduados realiza una permanente actividad de actualización y perfeccionamiento para abogados y participa de otras interdisciplinarias. También estamos abocados a explotar las nuevas metodologías de educación a distancia para la tarea de compartir conocimientos con otras instituciones académicas de distintas ciudades del país y del extranjero.

También estamos dedicados a repensar la currícula, actualizarla en sus contenidos al momento histórico en que vivimos y a incorporar los novedosos y cuantiosos aportes que la ciencia produce en cantidades crecientes, a adecuarla a esta nueva era en la historia del hombre. Tenemos que pensar e imaginar las posibilidades que nos da la tecnología para el desarrollo de la enseñanza de grado y posgrado, para seguir creciendo sólidamente, con pasos firmes y teniendo como norte la excelencia académica y la necesaria extensión de los conocimientos para el beneficio de la sociedad que nos sostiene. Tenemos que comprometernos a diario con la responsabilidad que implica el formar jóvenes en la noble profesión de abogar, siempre en representación de intereses de otros hombres que nos confían su honor, su libertad, sus bienes mas preciados. Y lo hacemos y lo haremos como nos lo enseñaron los primeros maestros de nuestra casa.

 

Abog. Araceli M. Díaz

Bibliografía recomendada:

LATTUCA, Ada. «Historia de la Facultad de Derecho de la UNR», en Revista de la Facultad de Derecho n° 4/6, UNR, Rosario, 1986, pág. 115.

FIERRO, Guillermo. «Los origenés de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario» en Revista de la Facultad de Derecho N° 16, UNR Editora, Rosario, 2003, pág. 249.

Una frase, citada en el folleto que se publicara en 1962 impulsando la conversión de la Escuela de Derecho en Facultad y que corresponde a un texto inserto en un mural de la Facultad de Jurisprudencia de Quito y resume nuestra historia y los ideales de nuestros fundadores muy brevemente: «Por que tú eres libre para alcanzar tus sueños».