Homenaje de la Facultad al conmemorarse un nuevo aniversario de esa histórica jornada |
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El Decano de la Facultad de Derecho Dr. Marcelo Vedrovnik junto a toda la comunidad universitaria nuestra Casa de Estudios al conmemorarse hoy 9 de Julio el «Bicentenario de la Declaración de la Independencia”, rinden un profundo y respetuoso homenaje a esa histórica jornada iniciada por aquellos patriotas que emprendieron un camino de lucha que marcaría el destino de nuestro país, rompiendo de ese modo los vínculos de dependencia política con la monarquía española y de «toda otra dominación extrajera», adhiriendo de esta forma a los actos y homenajes programados para la fecha.
Compartimos con toda la comunidad universitaria un reflexión sobre está histórica jornada, que nos envió el querido Profesor Dr. Miguel Ángel Ciuro Caldani.
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ACTA DE LA INDEPENDENCIA DE LAS PROVINCIAS UNIDAS EN SUD-AMERICA
En la benemérita y muy digna Ciudad de San Miguel del Tucumán a nueve días del mes de julio de mil ochocientos dieciséis: terminada la sesión ordinaria, el Congreso de las Provincias Unidas continuó sus anteriores discusiones sobre el grande, augusto y sagrado, objeto de la independencia de los Pueblos que lo forman. Era universal, constante y decidido el clamor del territorio entero por su emancipación solemne del poder despótico de los reyes de España; los Representantes sin embargo consagraron a tan arduo asunto toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que demanda la sanción de la suerte suya, Pueblos representados y posteridad; a su término fueron preguntados:
¿Si querían que las Provincias de la Unión fuesen una Nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli? Aclamaron primero llenos del santo ardor de la justicia, y uno a uno reiteraron sucesivamente su unánime y espontáneo decidido voto por la independencia del País, fijando en su virtud la determinación siguiente:
Nos los Representantes de las Provincias Unidas en Sud América reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los Pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unámime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los Reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, bajo del seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama.
Comuníquese a quienes corresponda para su publicación y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un Manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración.
Dada en la Sala de Sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros Diputados Secretarios.
Francisco Narciso de Laprida, Diputado por San Juan, Presidente |
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UNA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA DE 2016
El 9 de julio de 1816 el Congreso reunido en Tucumán, con representación de provincias del actual territorio argentino y del Alto Perú, declaró la independencia de las Provincias Unidas en Sudamérica, dando manifestación normativa a la voluntad de la mayoría de nuestro pueblo. Parte de las provincias, entre las que se encontraba la de Santa Fe, en la esfera del protectorado de José Gervasio Artigas, no concurrió. El 19 de julio se amplió la expresión refiriéndola a toda otra dominación extranjera.
La declaración de Tucumán sucedió a la del 29 de junio de 1815 que, en la esfera de predominio artiguista de los denominados Pueblos Libres, había establecido, según el relato de las actas perdidas del Congreso de Arroyo de la China (Concepción del Uruguay), la independencia no solo de España sino de todo poder extranjero, y el sistema republicano y federal.
Si nos atenemos en mayor medida a las normas, se puede hacer más referencia a dos declaraciones enfrentadas, pero considerando más la realidad social y los valores se advierte que, en dos orientaciones que en sentidos de “partidos” se oponían, había una firme voluntad coincidente de independencia. Cabe reconocer además el sentido heroico de quienes desde las dos corrientes, afrontando grandes riesgos, manifestaron a la faz de la Tierra que en nuestra Patria grande, que incluía a Uruguay y provincias actualmente bolivianas, había una firme voluntad de independencia, a lograr dentro de las posibilidades que las circunstancias pudieran presentar.
La independencia no se logra con la sola escritura en los papeles, sino con el empeño en la realidad social, y los patriotas de esos días lograron avanzar en la realización de los ideales que con diferentes particularidades habían comenzado a manifestarse ya en la Reconquista y la Revolución de Mayo. Pese a las grandes dificultades, los autores de las dos declaraciones hicieron lo mejor que estuvo en sus posibilidades realizar.
Creemos notorio que la declaración de Tucumán, impulsada por héroes de las tallas de San Martín y Belgrano, es la que tuvo la mayor concreción histórica. Es indudable el extraordinario mérito de la declaración en cuyo nombre San Martín se convirtió en Libertador de la Argentina, Chile y Perú y Protector del Perú. Sin embargo, superando las pequeñeces que procuran dividirnos, es viable y debido comprender que la independencia es un proceso histórico complejo cargado de grandes posibilidades de realización humana, con el que debemos estar permanentemente comprometidos. Los patriotas de 1815 y de 1816 hicieron, a nuestro parecer, lo que estratégicamente podían realizar. El 9 de julio de 1947 otra declaración, promovida por Perón, se refirió a la independencia económica.
La independencia es una exigencia a realizar superando el localismo y la globalización en la universalización. No es irrelevante que la declaración de Arroyo de la China fuera producida también por la parte de las Provincias Unidas que hoy es Uruguay y la de Tucumán se hiciera en nombre de las Provincias Unidas en Sud América y fuera firmada asimismo por provincias que hoy componen Bolivia. Tampoco lo es que fuera traducida de inmediato a lenguas de los pueblos originarios. Parecen mensajes de una historia común que nos compromete a la integración interna y externa. La independencia es, de manera muy evidente, un medio muy relevante para la libertad, la democracia y los derechos humanos.
Hoy estamos comprometidos a pronunciar, en la profundidad de nuestros corazones y nuestras mentes, la declaración de independencia de 2016, dirigida a continuar las grandezas de 1815 y 1816. Cada persona debe asumir siempre su propio despliegue jurídico con miras a su más plena realización. Contribuyamos para que la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, en cada uno de sus integrantes y en su conjunto, sea una parte importante del curso vital complejo de la independencia que indica la obra de los fundadores de nuestro país.
Dr. Miguel Angel Ciuro Caldani
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